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Guido Dettoni della Grazia (Milan 1946) Empezó su itinerario artístico a finales de los años cincuenta trabajando de manera complementaria la pintura y la escultura, pero dedicándose más a esta última con el pasar del tiempo.
Las primeras obras místicas de inspiración cristiana son de los años sesenta pero solamente vuelven a aparecer en los noventa con la primera exposición de la obra MARIA en Barcelona.
Más allá de la búsqueda estética y el trabajo académico, desde 1969 su obra se caracteriza por el resultado del encuentro entre las manos y la materia que él modela, a menudo con los ojos vendados.
Las manos ven y los ojos tocan hasta "descubrir" la forma final que es destinada a las manos de todos.
La escultura original es luego ampliada para que lo que contenemos, nos pueda a su vez contener.
Comunicar y compartir: dos voluntades que, unidas en la práctica del arte lo han llevado a concebir el proceso creativo colectivo Handsmatter.
Este autor quiere comunicar plenamente su obra a los demás y para ello completa la forma/escultura con una instalación que estimula – además del tacto y la vista – el olfato, el oído y, a veces, el gusto. Invita a "entrar" en sus instalaciones para vivir una experiencia holística, estableciendo con la forma una relación directa y sensorial. Entonces, la forma llega a ser sobretodo parte de un proceso cognitivo y un "instrumento" para experimentar y descubrir.
La forma/escultura puede ser observada desde muchos puntos de vista y cada uno de ellos, a su vez, es una imagen diferente. Imágenes, complementarias al tacto, que evocan visiones y sensaciones latentes en nuestra memoria e imaginación para llegar a ser - en el sentido griego de la palabra - "verdad": aquello que estaba escondido y adormecido, es descubierto y despertado.
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